miércoles, 24 de febrero de 2010

Carmen Corella: "La danza es una profesión muy dura"

A escasas horas de que se abra el telón en el Teatro Calderón de Valladolid, Carmen Corella, subdirectora artística y bailarina principal del Corella Ballet, nos habla del prometedor estreno de El Lago de los cisnes y lo mucho que ha supuesto para su carrera trabajar codo a codo con su genial hermano.

Carmen Corella en una imagen de archivo (Foto: L.R.)



 
 

 Lola Ramírez  

Aunque mucha gente la conoce como "la hermana de...", Carmen Corella es mucho más  que la hermana mayor de uno de los bailarines más importantes del mundo.  Subdirectora artística y bailarina principal del Corella Ballet, ha bailado con  su talentoso hermano desde que ambos eran unos niños.... y al igual que él ha pasado la mayor  parte de su carrera en una de las más prestigiosas compañías de danza del mundo, el  American Ballet Theatre (ABT). Hoy ni ella ni él danzarán al ritmo de Odette/Odile y Sigfrido, pero estarán, uno en el patio de butacas y la otra entre cajas, cruzando los dedos para que el depurado trabajo realizado brille en el escenario con El Lago de los cisnes

Ni Ángel ni tu estaréis en el escenario y sin embargo se han agotado las entradas para los cinco días... Al final ese deseo de que la gente vaya a ver el Corella Ballet con o sin su fundador, se ha hecho realidad.
La verdad es que sí, no hay entradas para ninguno de los cinco días y hoy incluso había cola en la taquilla por si algún abonado quería vender la suya en la reventa. La gente ha respondido muy bien. Estos dos años nos han servido para que el público se de cuenta de la categoría y la calidad que tiene el proyecto. La gente ha respondido muy bien al hecho de que Ángel haya apostado por una compañía  buena y no por un grupo que rodeara su participación.

Ángel y tú habéis bailado juntos desde la más tierna infancia...
Si, desde el principio estuvimos juntos, tanto en la escuela como en la compañía, aquí en España, y luego en el ABT.

El ballet es una actividad muy competitiva. ¿Cómo ha influido el 
hecho de ser hermanos?
Lo que nos ha ayudado a Ángel y a mí es que para empezar somos chico y chica y eso supone que no haya competitividad alguna ya que son bailes completamente diferentes. Por otra parte, el hecho de que Ángel naciera con un talento natural tan grande me ha facilitado el desarrollo de mi carrera; yo he tenido la suerte de ver a través de él el lado bonito que tiene la danza y no solamente el sacrificio. Y por otra parte, supongo que yo también he podido ayudar a que a él le costara menos levantarse para ir a clase. En ese sentido yo era un poquito más consciente, precisamente porque no había nacido con sus mismas condiciones; en cierta manera, hemos sido un punto de apoyo el uno para el otro.

Es la primera vez, después de 22 años, que se va a representar El Lago de los cisnes por una compañía española. Siendo como es un ballet tan emblemático, ¿qué dificultad entraña  para que ninguna compañía hasta ahora se haya atrevido a ponerlo en marcha?
El Lago de los cisnes es un ballet muy fácil de hacer, pero muy difícil de hacer bien, y sobre todo es una producción bastante cara. A nadie le resulta interesante correr con ese esfuerzo y ese sacrificio. Y bueno, aquí hay una pandilla de locos que nos hemos atrevido a hacerlo. 

He leído en alguna parte que Ángel ha incluido en esta versión algún guiño 
contemporáneo
No, no, no. Básicamente es la historia clásica y pura del Lago de los cisnes, sin 
ningún cambio. Yo creo que el riesgo más grande ha sido uno de 
los posters de la producción, no sé si lo habrás visto. Hemos hecho un póster 
diferente, uno es el cisne blanco, el otro es la transformación de mujer 
a cisne y el otro es el cisne negro. Yo creo que lo más lejos que hemos llegado, a 
parte de esa visión actual que ha tenido Ángel en la coreografía, escenografía y en 
trajes, ha sido en ese póster porque la transformación la hacía yo, que al final no voy a bailar porque el que iba a ser mi partenaire ha tenido un problema personal y ha tenido que volver a su país. Así es que decidí no bailar en este primer estreno. Pero eso es lo más neoclásico de la producción, porque estoy desnuda en el póster, pero por lo demás es totalmente clásico, un Lago de los cisnes al más puro estilo.

¿Ni Ángel ni tú bailaréis ninguno de los días?
No, cada uno por circunstancias diferentes, pero ninguno de los dos estaremos estos 
cinco días en el escenario.
 
¿Y en otras ciudades?
Ah, si, si, claro, claro, tanto Ángel como yo estamos en activo. Las circunstancias 
de Ángel son muy concretas y están relacionadas con unas hipoglucemias que le han dado en los últimos meses. Y hasta que no se las puedan controlar bien, no puede asumir un proceso tan complejo como el de coreógrafo, director y bailarín al mismo tiempo. Mi situación es otra. Al no estar Ángel constantemente en los estudios de ensayo, yo tengo que suplirle, con lo cual me eliminaba de mi papel de bailarina, situación que a su vez se complicó con el problema de mi partenaire. Yo soy bastante alta y por esa razón tengo que bailar con un chico que tenga una determinada altura también. Mis circunstancias han hecho que yo no pueda estar en el escenario por eso y por mi suplencia a Ángel; el uno por el otro hemos apostado por el proyecto por encima de nuestra situación personal.

 
Vais a ver los toros desde la barrera...
Bueno, podríamos llamarlo así. Ángel lógicamente es el que se ocupa de la imagen general y del frente que es lo que el público va a apreciar, y yo estoy un poquito más entre cajas y ocupándome de que todo vaya bien y la fluidez de cambios ocurran a un ritmo deseable.

 
¿Dónde se sienten más nervios, en el escenario o entre cajas?
Esa es una de las cosas buenas que me ha proporcionado el hacer mi carrera al lado 
de Ángel; ninguno de los dos sentimos nervios por estar en el escenario. Partimos de la base de que un bailarín se dedica a ser bailarín porque le gusta y disfruta al hacerlo. La sensación de responsabilidad se vive a diario con el hecho de mejorar tu técnica e intentar hacer las cosas cada día mejor, pero el momento en el que sales al escenario es el momento del disfrute, es un instante con el que estás soñando durante todo ese proceso de trabajo. Más que nervios lo que tienes es la preocupación de que todo salga bien, que los bailarines se sientan cómodos y que el público disfrute. Yo no lo llamaría nervios, sino más bien responsabilidad. 

 
Tú también conoces a que sabe el banquillo, en tu caso por lesiones. ¿Has sentido en alguna ocasión miedo de no poder volver a bailar?
Tuve hace años una lesión muy grave por la que sí que estuve a punto de no volver a 
bailar. No es que me dijeran que no iba a poder bailar, pero no me garantizaban que pudiera hacerlo al mismo nivel. La danza es una profesión muy dura y sacrificada y yo tengo bastante claro que si no la puedo desarrollar al cien por cien no me interesa. Tuve unos años bastante malos hasta que pude rehabilitarme bien. Hace dos años me volví a romper los ligamentos de la rodilla y si que es verdad que son lesiones que piensas, bueno si me pasa otra vez no creo que lo vuelva a superar, pero cuando te pasa sigues ahí porque lo que te gusta es bailar.

 
¿Vais a viajar a NY con el Lago...?
De momento no, es una producción que hemos intentado hacer muy ajustada a los teatros de España para que podamos rotarla lo más posible. Lo que vende en el extranjero es la sangre y los bailarines españoles; es un repertorio más fácil de movilizar económicamente sobre todo. Por otra parte, a España hay que darle lo que tienen otros países, que son las producciones de ballet clásico, lo que aquí escasea. 

 
 No sé si te has enterado de la propuesta que le ha hecho la ministra de Cultura a Nacho  Duato...
¿Lo de incluir repertorio clásico en su compañía? Si.

 
¿Qué te parece?
Pues a ver, si queremos seguir inventándonos ideas y no ver la realidad... Ideas  pueden surgir y puede haber muchas cartas sobre la mesa, pero si realmente queremos hacer las cosas bien, hay que pensar un poquito más lo que se ofrece, no tanto buscando una respuesta que queremos oír sino buscando una solución que sea  factible para todos.

 
¿Cuándo veremos El lago de los cisnes en Madrid?
Yo creo que en breve. Las entradas se vendieron muy rápido y entre los teatros corre la voz enseguida. Lo que suceda esta noche en el escenario va a ayudar mucho. El público va a ver la calidad con la que trabaja Ángel para su compañía y lo que queremos para España, no hacer cosas de segunda, sino que la gente que vaya a ver la compañía sepa que es una garantía total.

 
¿Y qué pasa con el proyecto de Santa Cecilia?
Pues Santa Cecilia es una fase del desarrollo de este proyecto que conlleva un 
presupuesto económico fuerte. Ahora el presupuesto tiene que centrarse fundamentalmente en la compañía. El Palacio de Santa Cecilia es una donación de Patrimonio, pero la renovación del espacio supone una cifra con muchos ceros. 

 
Habrá que tirarle de la manga a la ministra...
A ver, yo creo que sí, si lleváramos a cabo proyectos que están ahí, que no hay que 
inventárselos ni crear cosas surrealistas, pues nos iría mejor a todos; pero bueno, 
todo vendrá. Hay que hacer las cosas bien, paso a paso y seguir demostrando, no prometiendo sino demostrando.