domingo, 15 de julio de 2018

Allister Madin, con sangre española en el Ballet de la Ópera de París

Allister Madin. Foto: Sebastien Mathé

Conocimos a Allister Madin, en nuestra primera visita al Palais Garnier en 2008, cuando pasamos allí unos días para hacer un extenso reportaje sobre José Carlos Martínez. Hemos ido siguiendo con interés y afecto su carrera en el seno de la emblemática compañía francesa y en esta última visita nos habría encantado poder haberle visto en el rol de Alain, el pretendiente de Lisa en La Fille Mal Gardée, pero no fue posible. Alain le ha dado muchas satisfacciones a Allister, él mismo nos lo comenta en esta entrevista que muy amablemente nos concedió y también ha obtenido por él muy buenas críticas, pero el día que nosotros vimos la función, él bailaba en el rol de uno de los amigos de Colás. Lean nuestra crónica aquí.

Carolina Masjuan

Creo que tienes ascendente español, tu familia de materna viene del País Vasco, ¿verdad? 

¡Es bastante variado! De hecho, las raíces españolas provienen del lado materno. Mi abuelo era de Galicia y mi abuela del País Vasco, así que es una mezcla. Y mi padre nació en el País Vasco, pero en el lado francés. 

Allister Madin. Foto: Sebastien Mathé
¿Dónde naces tú y cómo mantienes tus raíces españolas? 

Nací en el País Vasco en Bayona y antes de mudarme a París a los trece años para ingresar a la Escuela del Ballet de la Ópera, vivía en Hendaya, que está en la frontera franco-española, así que estaba en España casi a diario. Tomé mis clases de baile tanto en Francia como en España, en San Sebastian. 

Desde entonces, voy a esa costa en cuanto me es posible, cuando tengo unos pocos días de vacaciones, para relajarme y encontrar todos esos lugares tan queridos en mi corazón. 

¡Pero diría que lo que más mantiene mis raíces españolas es mi cocina! Cocino a menudo y he integrado en mi cocina todas las recetas de mi abuela con aceite de oliva: ¡¡y la mayoría de mis platos siempre terminan conteniendo chorizo​​!! 

Mi hermana tiene dos hijas con quienes también hablamos español para que también tengan algo de esta identidad familiar. 

Y trato de aprovechar todas las oportunidades para ir a los países de habla hispana, porque incluso si no es mi área, siempre me siento como en casa cuando estoy rodeado de personas de habla hispana. 

¿Cuál fue tu formación? 

Como dije un poco antes, comencé a bailar en el País Vasco, primero en Francia. Luego, alrededor de los seis o siete años seguí a mi hermana, que también estaba tomando clases en España, en San Sebastian, así que alterné este curso "doble" hasta que ingresé a la Escuela de Ópera a los 13 años. 

En el lado español, el trabajo me pareció, con mis ojos de niño, mucho más centrado en la limpieza, las bases, la colocación, el rigor y en el lado francés encontré el aspecto más danzarín, musical y también aprendí más pasos, o sea, más técnica. 

Luego pasé 6 años en la escuela de la Ópera y tomando algunas clases de flamenco durante mis vacaciones en el País Vasco en los últimos 2 años (también presenté un solo de flamenco durante mi final en Varna en 2006) antes de unirme al Ballet de la Ópera a los 19 años. 

Allister Madin. Foto: Deyan Parouchev
¿Cuándo decidiste que querías ser un bailarín profesional y por qué? 

Mi hermana estaba haciendo ballet y es seis años mayor que yo. Desde pequeño, la seguía a todas partes, así que era natural que su maestra dijera a mis padres que me dejaran hacerlo y me apuntaran. 

La decisión de hacer de la danza mi profesión llegó muy temprano. Precisamente cuando mis padres me sugirieron que siguiera a mi hermana a clases en España, pensé: "Si acepto comenzar estos cursos, que son mucho más estrictos, es una decisión importante y es que decido convertirme en bailarín ". Tenía seis/siete años. 

Cuéntanos acerca de tu trayectoria en el ballet de la Ópera de París. 

Comencé como supernumerario en 2005 con un primer contrato a plazo fijo de 3 meses que se renovó varias veces hasta el final de la temporada, lo que me llevó a pasar nuevamente el concurso externo para obtener un nuevo contrato de duración determinada CDD o un CDI. 

En esta primera temporada no bailé casi nada de la programación, ya que era suplente para todas las producciones y si puse un pié en el escenario fue como los caballeros en el Lago de los Cisnes, Nosferatu de Gallota y los pretendientes de Marguerite en la Dama de Camellias. 

Necesitaba un objetivo para seguir trabajando y progresando al mismo ritmo que en mis años escolares y fue con esto en mente que decidí prepararme para el concurso de Varna donde terminé finalista. 

Hice un segundo año como supernumerario, pero como era casi como si ya estuviese comprometido con la casa, ya no era el último sustituto del ballet y las oportunidades para bailar se volvieron más importantes. Benjamin Millepied llegó para hacer su primera creación con la compañía y me eligió para ser parte de ella, sin saber que yo era supernumerario y por lo tanto pasé por encima de algunos bailarines más experimentados de la compañía.

Allister como Zaël en La Source
Foto: A. Deniau

La administración lo dejó hacer y creo que fue a partir de ese momento que empezaron a apreciar mi trabajo y ver mi evolución. 

Más tarde, al final de la temporada, la Fille Mal Gardée entró al repertorio y tuve que bailar Cockerel (mientras era reemplazante en los 6 bailarines y amigos de Colas). Brigitte Lefèvre me presentó por casualidad a Alexander Grant, que era quien tenía los derechos de este ballet (y el creador del papel de Alain) al comienzo de una clase de baile y menos de dos horas más tarde, supe por el el boca a boca, que se me había agregado como reemplazante para el papel de Alain. Rol que tuve la oportunidad de poder bailar durante dos espectáculos con Svetlana Lunkina y Mathieu Ganio en los roles principales mientras que yo era un simple surnumerario. 

Recibí mi CDI como "cuadrille" unos días después de mi segundo espectáculo del papel de Alain y subí a "corifeo" en el concurso de promoción interna que siguió. 

Gracias a Brigitte Lefèvre pude abordar nuevos papeles en solitario, en tanto que “corifeo” y fue cuando encarné a Iñigo en "Paquita" cuando me ascendieron a "sujet" en el concurso de promoción en 2011 (cuya fecha era justo entre mis dos espectáculos como solista). 

Allister como Alain en La Fille Mal Gardée.
Foto: Ik Aubert
Desde el año 2011 tuve la oportunidad de bailar bellos papeles con la compañía, incluyendo el ídolo de oro en "La Bayadera" de R. Noureev, ZAEL en "La Source" de Jean-Guillaume Bart, Mercucio en "Romeo y Julieta" de R. Noureev y “Dorcon” en Dafnis y Cloe de Benjamin Millepied y continuar participando en piezas contemporáneas con Wayne McGregor, Alexander Ekman, Crystal Pite, James Thiérrée … 

En 2014 obtuve el Premio Arop junto a Léonore Baulac, lo que nos permitió colaborar con Louis de Caunes para el cortometraje "Haut Vol". 

En paralelo a todo esto, aprobé mi diploma estatal de profesor de danza en 2016, lo que me permite ofrecer algunos cursos en cuanto tengo ocasión y especialmente durante los stages; y también he coreografíado varias piezas, incluyendo dos con motivo de las veladas "coreógrafos bailarines" en 2011 y 2013 en el anfiteatro de la Bastilla, otras dos para las noches "Música y Danza" en Garnier a petición de Benjamin Millepied en 2015 y tres más para el II Festival Internacional de Música y Danza de Andros en Grecia en 2016. 

¿Qué piensas del sistema de promoción? ¿Estás ahí todos los años? 

Después de pasar por la experiencia de los concursos externos y por el concurso de Varna, el concurso de promoción interna me pareció mucho más agradable por primera vez. Pero el hecho de prepararlo de forma aislada en un período de espectáculos generalmente intensos, a veces puede ser realmente frustrante y decepcionante. 

Si pienso que ofrece una visibilidad interesante para las clases de “cuadrilles” y “corifeos”, permitiendo al mismo tiempo un trabajo particular sobre variaciones de solista, haciendo así evolucionar y progresar al bailarín y en parte también para asegurar el mantenimiento de un buen nivel en la compañía, yo personalmente creo que no es indispensable en la clase de “sujets”, en el sentido de que las promociones que implican distribuciones directas de roles de solista son decididas por la administración, promociones que son coherentes con sus ideas y deseos y pueden hacerse por nominación, igual que funciona para las nominaciones de bailarines “étoile”. 

Allister Madin. Foto: Sebastien Mathé
Especialmente porque los “sujets” son los más reclamados en la programación que se lleva a cabo en el momento del concurso y ese aumento sobre el trabajo normal, vinculado a la preparación del concurso, aumenta el riesgo de lesión. 

Hasta ahora, he asistido a todos los concursos de promoción siempre que ha habido un puesto disponible en el grado superior. He hecho todo lo posible para que la elección de la variación libre fuese alguna que me permitiera evolucionar, mostrar una nueva faceta de mi personalidad como bailarín al jurado, o interpretar variaciones que no podía bailar mas que en el contexto de este concurso por razones de derechos o de programación artística, como la variación del predicador de "Speaking in Tongues" de Paul Taylor o la del "Fantasma de la ópera" de Roland Petit. 

¿Tienes preferencias sobre un estilo de baile? Clásico, neoclásico, contemporáneo .... ¿Cuál es tu repertorio / ballet favorito? 

Mis gustos evolucionan a medida que van pasando los años y que mi cuerpo también va cambiando. 

Cuando era más joven, no me atraía particularmente lo contemporáneo, por no decir lo contrario, y prefería la técnica clásica a veces estimulante cuando tenía mucho éxito. 

Y entonces aprendí a descubrir y convencer a mi cuerpo en un registro más contemporáneo, más neoclásico, primero con Benjamin Millepied y luego realmente contemporáneo al crear rol en "Genus" con Wayne McGregor. 

Me familiaricé con un movimiento diferente y me abrí a un repertorio más amplio y me encantaba bailar "Artifact Suite" de W. Forsythe y más tarde "Kaguyahime" o "Sinfonía de los Salmos" de J. Kylian. 

Toda mi base es clásica, así que todos los ballets que me permiten usarla son los que prefiero porque son los que me hacen sentir más cómodo. Mis raíces españolas también se destacan y es por eso que tuve la oportunidad de hacer muchos papeles de personajes que me encantaba bailar (tengo una lista bastante larga: jefe gitano, jefe de los bandoleros, líder de bandidos, solista indio, fakir, solista de alforfón, solista csardas, solista napolitano, ....). 

Allister Madin. Foto: Julien Benhamou
Amo todos los tipos de baile desde el momento en que me permiten explorar y explotar mis habilidades corporales, técnicas o teatrales. 

Por diversas razones me encantó bailar el Jefe de los Gitanos en "El Quijote", ya que me daba la impresión de que me permitía sacar todo mi lado español, casi como bailando flamenco, ZAEL en "La Source" por el aspecto estimulante del virtuosismo técnico con el añadido de la alegría de la danza, Alain en "la Fille Mal Gardée", que me permitió incorporar una gama de múltiples emociones y, finalmente, Mercucio en "Romeo y Julieta" que requiere un buen compromiso entre la técnica y la teatralidad. 

El verano pasado fui invitado a bailar en Japón como el Príncipe Siegfried en el Lago de los Cisnes completo, en una versión similar a la del Mariinsky y del Tokyo Ballet. Tuve la suerte de tener como poartenaires a dos bailarinas principales del Ballet Nacional de Japón para interpretar los papeles de Odette y Odile, respectivamente, y es un recuerdo maravilloso. 

Mi sueño de la infancia fue bailar ese papel algún día, pero al crecer e integrar el Ballet de la Ópera, pensé que nunca sucedería, ya que mi perfil de bailarín aquí era más parecido a un Rothbart que a Siegfried. Por esta razón, dudé un poco antes de aceptar esta propuesta y en cambio fue una experiencia maravillosa. 

Afortunadamente todavía tengo muchos años como bailarín delante de mí y espero que la lista se alargará con la inclusión de más colaboraciones neoclásicas con coreógrafos actuales como Christopher Wheeldon y Liam Scarlett y contemporáneo con William Forsythe y Jiri Kylian principalmente. 

Como espectador, no resisto la belleza de un Lago de los Cisnes o una Bayadère para el clásico puro, o de una Dama de las Camelias para el registro neoclásico ... 

Allister en La Petite Danseuse de Degás.
Foto: J. Benhamou
Rol fetiche 

Como ya comenté, Siegfried, pero como parte de las galas me encantaba bailar también Albrecht o Romeo en los pasos a dos. También me haría muy feliz poder bailar Solor, supongo que sale mi lado enamoradizo con estos roles (risas) 

Bailarines que te inspiran ... 

Baryshnikov, Nicolas Leriche, Manuel Legris por todas sus carreras. 

Pero me encanta ver la energía de Joaquín de Luz, el Mayerling de Edward Watson, la energía loca de Ivan Vassiliev en Espartaco, la poesía de Sasha Riabko, ... La lista puede ser larga y llena de personas menos conocidas también. 

Durante Galas con bailarines de la Ópera de París, ¿dónde bailaste? 

He bailado en muchas partes de Francia pero también en Canadá para el Festival Internacional de Artes de Saint Sauveur, Jacobs Pillow en los Estados Unidos, Buenos Aires en Argentina, Sochi en Rusia, Sicilia … 

La danza en España, ¿conoces la situación ? 

Solo he podido ver a la Compañía Nacional de Danza cuando vinieron al TCE de Paris hace un año o dos con un programa contemporáneo que me gustó mucho. Me acuerdo sobre todo de la pieza de Alejandro Cerrudo y de Casi/Casa de Mats Ek muy parecida a Appartement. Me gustaron mucho los bailarines y por lo que puedo ver en internet, el repertorio es muy atractivo y me hubiera gustado verles también en un programa mas clásico. 

También vi un reportaje con el Quijote de Jose Carlos y me pareció mucho más "español" que otras versiones y me gustaría mucho verlo. 

Me gustaría mucho poder venir en alguna Gala en España: la ultima fue hace muchos años en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastian! Pero he oído algo de una gira en Madrid en enero así que a ver... 

Allister como Ídolo de Oro en La Bayadère
Foto: Agathe Poupenay
Mathilde Froustey dejó el ballet de la ópera y ahora es Principal en San Francisco, otros bailarines también han seguido su carrera en otro lado. ¿Alguna vez pensaste en unirte a otras compañías? 

Pensar es una cosa, hacerlo es otra. Siempre he querido explorar, así que no cierro las puertas, pero tengo muy presente que bailo en un lugar mítico con un repertorio diverso y amplio, por el que hemos luchado durante años y por lo que muchos bailarines nos envidian. Hay un estilo muy particular en París y estamos muy condicionados por adquirirlo, por lo que encontrar el camino en otra parte si así lo deseamos no es tan obvio. 

Ha habido cambios recientes en la gestión y también cierta controversia en los últimos días sobre la dirección de Aurélie Dupont, ¿qué opinas? 

Creo que los cambios en general son buenos porque aportan energía y dinámica diferentes, pero reconozco que no siempre es fácil encontrar el lugar cuando uno está acostumbrado a una determinada forma de hacer las cosas durante años con Brigitte Lefèvre y de repente todos los referentes conocidos desaparecen más o menos con Benjamin Millepied. 

La llegada de Aurélie Dupont a la Dirección se hizo rápidamente y en un contexto particular, con generaciones que se renuevan: la compañía ya no se parece a la que yo conocía al ingresar en el Ballet y mi generación también es un vector de cambio, obligatoriamente. Creo que todos estos cambios han llevado a la conciencia de ciertos problemas latentes, junto con un contexto social actual propicio para dialogar y evolucionar. 

Soy de naturaleza optimista, así que espero que la Compañía y la Administración puedan avanzar positivamente. 

¿Te gusta coreografiar? La enseñanza? 

Me siento por ahora más cómodo en la enseñanza que en la coreografía, pero me gustan ambas facetas y quiero seguir explorando estas vías para que me hagan crecer como artista y como persona . 

¿Cuáles son tus hobbies? 

Salidas al teatro, viajar, pasar tiempo con la familia o amigos, ir al cine, ver espectáculos, leer, ...

Allister Madin. Foto: Julien Benhamou

Planes para estas vacaciones 

Aún no está muy definida la parte "vacaciones" ¡probablemente sea al último momento! 

Después de la gira en Novosibirsk, acompaño a una joven bailarína a quien entreno desde hace ya un tiempo para el concurso de Varna. 

Ella obtuvo un contrato para el Mariinsky en la gran audición de Barcelona de este año y voy a bailar, si todo sale bien, en sus piezas contemporáneas que son el pas de deux de "Grey Area" de David Dawson en la semifinal y la de " Caravaggio" de Mauro Bigonzetti en la final. 

Justo después tenemos dos fechas para unas galas en Estonia, de nuevo con "Caravaggio" y, por mi parte, un solo de flamenco. 

Por lo demás, aún estoy decidiéndolo, pero estoy planeando unos días en el País Vasco con la familia y unos pocos días en España, tal vez en Galicia o hacia Salamanca / Toledo.