José Manuel Carreño en La Bayadère con el cuerpo de baile del Ballet de Monterrey. Foto: Josep Guindo |
El apellido Carreño destaca en el seno de la Escuela Cubana de Ballet y en el mundo de la danza universal; Lázaro, Álvaro, José Manuel, Alihaydée y Yoel, son los miembros de la familia Carreño que han dado fama y prestigio tanto al Ballet Nacional de Cuba como a nivel internacional, puesto que la mayoría han desarrollado sus carreras en las más prestigiosas compañías del mundo.
Carolina Masjuan
Carolina Masjuan
Con ocasión de la programación del Ballet de Monterrey en el Teatre Tívoli de Barcelona, tuvimos la oportunidad de entrevistar a su director, José Manuel Carreño. El que fuera bailarín principal del American Ballet Theater (ABT) durante dieciséis años, tras haberlo sido del Ballet de Cuba, del English National Ballet y del Royal Ballet, dirige desde hace casi dos, la compañía mexicana.
José Manuel nos recibe en el Teatro Tívoli donde actúan y donde en ese momento es su hermano Yoel, bailarín principal en el Ballet de la Ópera de Oslo e invitado en esta gira, quien está dando la clase.
Todo comienza con estos dos tíos míos Lázaro que fue primer bailarín y Álvaro bailarín solista, ambos bailaron mucho tiempo con el ballet de Cuba, Lázaro estudio en Rusia en la por entonces Leningrado, luego vine yo que me preparé mucho con él para concursos (Ganó en Varna y en otras competiciones) y me gradué con Loipa Araujo, luego viene mi prima Alihaydée la hija de Álvaro y luego ya mi hermano y esa es la “dinastía Carreño”.
Todos pasaron por el ballet y luego ya cada uno fue cogiendo su rumbo. Yo me gradué en 1986 y salgo de Cuba para Londres en el 90 después de haber ganado el Gran Prix y la medalla de oro del concurso de Jackson, Mississipi. En Londres integro el English National Ballet donde me quedo durante tres años y después dos años con el Royal Ballet, cinco años viviendo en Londres y ya me fui con Kevin McKenzie para el ABT donde me quede dieciséis años.
Todos pasaron por el ballet y luego ya cada uno fue cogiendo su rumbo. Yo me gradué en 1986 y salgo de Cuba para Londres en el 90 después de haber ganado el Gran Prix y la medalla de oro del concurso de Jackson, Mississipi. En Londres integro el English National Ballet donde me quedo durante tres años y después dos años con el Royal Ballet, cinco años viviendo en Londres y ya me fui con Kevin McKenzie para el ABT donde me quede dieciséis años.
Que te sedujo más de Estados Unidos para quedarte ahí
Efectivamente, la compañía en la que estado más tiempo ha sido el American y lo que más me sedujo fueron su versatilidad y su repertorio básicamente. No creo que un bailarín pueda pedir más que bailar un poco de todo y con el ABT hicimos los grandes clásicos, mucho repertorio, pero también muchas obras neoclásicas y contemporáneas. Hice obras de Twya Tarp, Mark Morris, Balanchine o Jerome Robbins que me encanta.
Te sientes mas un bailarín clásico
Durante toda mi carrera me gustó mucho siempre hacer los clásicos, me gustaba también experimentar otras cosas para romper un poco la monotonía y casualmente yo me retiro con el ABT en el 2011 y estuve un tiempo experimentando, como dos o tres años, de free lance y ahí sí que me dio por probar cosas nuevas y la gente me decía “¡tú estás loco!” pero yo contestaba que no, “yo lo que quiero ahora es satisfacerme a mi mismo como artista” y en esos dos años hice un poco de televisión, el programa “Dancing with the stars” dos años consecutivos en Estados Unidos y bailé con Danza Contemporánea de Cuba e hice gira en México sin zapatillas. Me gustó mucho, hicimos una versión de Carmina Burana y fue muy duro, pero yo quería experimentar eso también e incluso hice flamenco con el Ballet Español de Cuba con los que estuve un mes.
José Manuel Carreño en Coppelia. |
Luego ya dirigiste el Ballet de San José
Sí, estuve dos años con ellos y con él también estuvimos aquí. Era una compañía que cuando yo la tomé, ya tenía varios años después de fundada pero estaba con muchos problemas financieros. Estaba en USA, en California y hicimos una gira en España en febrero de 2016 y ya terminando esa gira hicimos una temporada más y se cerró. Es muy difícil en USA, se necesita mucha subvención. Todo es muy caro...
A pesar de que hay una buena ley de mecenazgo es también muy complicado. Pero me sorprendió que el arte en esa área no tuviera más apoyo, sobre todo porque todas las grandes compañías tecnológicas están ahí, youtube y muchas otras, …. en cambio no estaban predispuestas a subvencionar la cultura ni el arte, todo iba para el deporte, deporte y más deporte.....
Sí, sobretodo porque se fundó por iniciativa de la Sra. Yolanda Santos hace veintiocho años y ella es una apasionada del arte. También era sponsor del ABT, vive entre Monterrey y New York. Tiene varias fundaciones, también una que ayuda a niños. Es una señora que está haciendo muchísimo por la cultura en México. Gracias a ella la compañía todavía existe con grandes producciones. Ha logrado también una pequeña ayuda gubernamental y también contamos con pequeñas ayudas de otras compañías como Hyundai, pero básicamente todo es privado.
Qué repertorio tenéis
Cuando llegué era contemporánea, era más una compañía de autor. Durante los dos o tres años de Jorge Amarante, era mayormente una compañía de su estilo y sus coreografías. Hicieron alguna cosa de otros coreógrafos pero era casi todo sus trabajos. A mi no me gustaba cuando la cogí ya que no había una gran audiencia. En cuanto me ofrecieron su dirección, decidí que iba a estructurarla y me iba a enfocar en remontar los clásicos, porque mi experiencia me demostró que los clásicos atraían mucho mas a la audiencia, tal vez porque la gente sigue amando el fairy tale, la fantasía, los cuentos.... Y la verdad es que ha ido mejor de lo que yo esperaba, porque me ha dado mucho placer ver las salas llenas. Por ejemplo hicimos el Fantasma de la Ópera, producción de Alberto Mendez, y programamos seis funciones y terminamos haciendo diez por la gran demanda que hubo. Una semana antes de hacer el espectáculo ya estaba todo vendido.
El público mejicano no era un gran conocedor del clásico pero este estilo le ha seducido rápidamente y ahora cada vez más están interesado y son mejores conocedores.
José Manuel y Yoel Carreño en el Teatre Tívoli de Barcelona. Foto: Josep Guindo |
¿Los bailarines se adaptaron bien al cambio de estilo?
Sí porque los bailarines siempre hicieron clase de clásico. Hay también la escuela, muy joven aún, tiene seis o siete años, pero que ya va dando sus frutos y también tiene Monterrey la Escuela Superior de Arte de la que salen también buenos alumnos. Así que hay preparación clásica y sí, está bien. La compañía no está formada solo por mexicanos, la gran mayoría, entre el sesenta o setenta por ciento son mexicanos de los cuarenta totales, pero también hay cubanos, unos nueve o diez, y hay japoneses, colombianos, venezolanos, argentinos, brasileños, ¡hay una buena mezcla!
La escuela es joven o sea que la compañía se fundó sin escuela ni tradición. Rompes el tópico que tanto oímos por aquí de que si no hay tradición no puede fundarse una compañía.
¡Claro que sí! ¡Existen numerosos ejemplos en todo el mundo y además aquí sí hay tradición! De la compañía del Liceu salió gente impresionante, Arantxa Argüelles o Trinidad Sevillano por ejemplo, son herederas de esa época y además en España con esos maravillosos teatros que tienen, debería haber compañías!
Sí, hace años que vino la compañía pero con un programa mejicano contemporáneo.
¡Muy buena! ¡Una experiencia fantástica! Ubeda una ciudad pequeña, bella históricamente, bailamos en una plaza de toros y tuvimos 1500 espectadores viéndonos, con el Lago, maravilloso. Luego Oviedo en el Campoamor La Bayadere, hermoso también. Luego Bilbao con el Lago, después una semana
¿Hay mucha rotación de bailarines?
en Madrid con la Bayadere, en un teatro no muy grande pero con un escenario estupendo y un público fantástico y ahora aquí con los dos ballets, El Lago de los Cisnes y La Bayadère, donde terminamos la gira.
Ahora un mes de vacaciones y empezamos la temporada el 13 de agosto
¿Hay mucha rotación de bailarines?
Pues hay rotación porque es sistema a la americana, o sea se renuevan los contratos cada año. Nada de contratos indefinidos, cuando la gente creo que se puede apalancar. Yo viví ese sistema toda mi vida y me gusta, porque la gente sabe que tiene que estar en forma, tiene todo, seguro médico, fisio, etc... pero son contratos anuales.
Rol preferido
Mira, a mi los clásicos es que he disfrutado mucho haciéndolos todos, el Quijote, Giselle, La Bayadere, Romeo... lo adoraba. Mi contemporáneo favorito era Kylian y también me encantaba Jerome Robbins, ese es también un coreógrafo.... ¡uno de esos genios...!
¿A ti no te ha atraído la coreografía?
José Manuel Carreño en La Bayadère. Foto: Josep Guindo |
No, de momento nunca me ha dado por ahí, me gusta mucho dirigir, organizar, supervisar el trabajo técnico, de luces, etc. y también adaptar estas coreografías que ya existían, creadas por Luis Serrano, un bailarín cubano que hizo su carrera mayoritariamente en el Miami City Ballet, se retiró muy joven y dirigió unos seis años el Ballet de Monterrey y él las creó, pero ahora yo las he retomado tal y como él las montó para la compañía pero les he dado mi toque, las he enriquecido. O sea que también he actuado un poco como un coreógrafo aquí. O sea, de momento coreografiar algo propio todavía no.... no pero ¡quien sabe? Puede que llegue, aunque remontar un gran clásico de Petipa u otros que yo también he bailado me da muchísimo respeto.
Yo creo que para la coreografia se nace. Por ejemplo cuando estaba en el Royal me acuerdo de Christopher Wheeldon que estaba en el cuerpo de baile y todos sabíamos que iba a ser coreógrafo. Todos sabíamos que su futuro estaba ahí. Yo creo que para eso se nace. O sea dirigir, adaptar, de momento sí, pero más que coreografiar ahora mismo prefiero enseñar.
Y contar con Yoel ¿qué ha significado?
Estamos haciendo una obra en la que bailamos los dos al mismo tiempo en escena y es realmente la primera vez que estamos juntos. Bueno, él baila y yo actúo, pero juntos en el escenario es muy gratificante, nos ilusiona mucho.
Ya lo habíamos intentado desde hace tiempo. Yo quería que viniese a Monterrey pero claro él estaba muy reclamado en Noruega, como Principal tiene muchísimo trabajo ahí y ahora como la compañía estaba de vacaciones pues ha podido hacer la gira.
"Para mi es una experiencia única" confesó Yoel cuando le pudimos preguntar al respecto. Porque según nos explicó, para él su hermano fue su referente. Se llevan muchos años y Yoel, estudiante en Cuba, no paraba de ver sus vídeos una y otra vez. No podían coincidir a menudo y ahora es algo muy especial compartir el ballet con su hermano.
José Manuel Carreño en La Bayadère. Foto: Josep Guindo |
¿Qué Bayadère vamos a ver? ¿En qué versión se ha inspirado la de Monterrey, en la de Makarova o la de Nureyev?
Es la versión de Luis Serrano que tomó de las dos un poco y después yo le hice algunos cambios porque no quería que fuese tampoco la de Makarova ni la de Nureyev, pero es más el concepto de Nureyev que termina con el acto de las sombras. Yo soy partidario de dos actos, dos horas, es la mejor versión, ideal para un público que no sea muy conocedor, es lo mejor para captarle. Que se narre muy bien la historia. La Bayadere en México la hacemos con 24 sombras aquí serán 20 porque el espacio es más limitado.
Habéis participado en el Festival de la Habana
No, no podemos ir porque coincide con el inicio de la temporada en Monterrey y para nosotros es un momento clave ya que nos permite presentarnos a sponsors y obtener mecenazgo o consolidarlo, así que no podemos.