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martes, 27 de octubre de 2015

María Pagés: “Estoy trabajando en un proyecto de alto compromiso social”


Expresivo retrato de María Pagés (Foto: EFE)

María Pagés,  una de nuestras bailaoras más querida y conocida internacionalmente, acudió al Festival de Peralada  (Girona) el pasado mes de agosto para estrenar en Cataluña la magnífica producción Yo, Carmen. Tras una larga gira por Iberoamérica, la genial bailarina nos desvela en esta entrevista detalles de su intenso trabajo que ayudan a conocerla un poco mejor.

Cristina Ribé
Su particular recreación del personaje de Merimeé, la  necesidad de sumergirse en el mundo íntimo y femenino del mito, la presentación de la auténtica mujer real, vista desde todos los ángulos, produce una curiosidad en el espectador que le hace preguntarse sobre muchos temas relacionados con el antes y el después de una creación tan compleja y rigurosa.

“Ella baila y, bailando mueve todo lo que le rodea”, afirmó José Saramago refiriéndose a la bailarina sevillana. Sus brazos infinitos y delicados dibujan con gran belleza la cadencia de los versos. Es la poesía en movimiento. Así surgen en la mente del público cuestiones difíciles de responder si no es preguntando directamente a la artista.

¿Cómo consigue ser tan creativa a la hora de escoger sus vestuarios? Tanto las telas como los diseños son tan originales y bellos…
El vestuario es inherente a la creación; cuando imagino una escena el vestuario forma parte de ella, surge su idea, su tonalidad, sus formas de la misma manera que surge otro elemento de la creación, como un paso, como una idea musical o un elemento escenográfico.

Cada espectáculo es absolutamente diferente a los anteriores, ¿podría explicarnos cómo es el proceso de creación de una nueva producción?
Es un camino largo que se inicia desde una idea-madre, hasta darle forma real, posible. En ese camino hay una continua investigación, un continuo descubrir, un continuo laboratorio, un taller, sumando ingredientes, sumando personas para formar un equipo implicado y comprometido, que debe funcionar como un engranaje donde todas las piezas encajen armónicamente.

¿Cómo consigue que su tratamiento coreográfico resulte tan cuidado?
Con investigación, trabajo y rigor.

Seguramente tiene ya pensado un nuevo proyecto, ¿podría anticiparnos algo al respecto?
Ya estoy trabajando en él. Es un proyecto con un importante contenido de compromiso social.

Qué siente en su interior al recibir el aplauso del público al final del espectáculo?
Agradecimiento, alivio.

Desde la sala se siente y se vive la gran compenetración que existe entre los miembros de su compañía y usted, ¿han variado mucho los elementos de su equipo desde los inicios de la compañía hasta nuestros días?
La compañía cumple 26 años este año. La renovación y la estabilidad son dos elementos fundamentales para el buen funcionamiento de la misma. Ambas tienen que convivir, ambas son necesarias.

¿Cuáles son sus principales exigencias a la hora de admitir un nuevo miembro?
El entusiasmo, un nivel alto de querer implicarse en el proyecto de la compañía, profesionalidad y alto nivel de preparación técnica y artística.
Utopía (Foto: David Ruano)

¿Participan ellos en la creación y el desarrollo de un nuevo proyecto aportando ideas o sugerencias?
Hay un equipo creativo, artístico y técnico. El intérprete, el bailaor o bailaora, el músico, el técnico, todos y cada uno, es fundamental que aporten su talento y su buen hacer. Es lo que espero de ellos.

Usted tiene un especial cariño a Cataluña, no en vano su abuela paterna era de Lleida. Así como es compañía residente en Torrelodones,  ¿cree posible serlo algún día en Cataluña? ¿Se lo han propuesto alguna vez?
Claro que lo veo posible. Hemos tenido la experiencia de Dunas cuyo proceso creativo fue en colaboración con Temporada Alta en Salt , en Girona.

¿Qué tal es el público de flamenco en Cataluña?
Buen aficionado, fiel con sus artistas.

¿Cómo reacciona ante sus espectáculos?
Siempre me sentí muy bien en Cataluña. Seguro que es la suma de muchos elementos. Entre ellos y muy importante, su público.

Usted ha viajado por todo el mundo y sabe perfectamente la importancia que le dan la mayoría de gobiernos a la danza como manifestación artística y cultural, ¿qué opina de la situación de este arte en Cataluña?
La danza no es prioridad, lo sabemos. Pero hay espacios y proyectos maravillosos relacionados con la danza. El otro día estuve en el Mercat de les Flors, y me pareció magnífico como proyecto, no es habitual si lo comparamos con otros proyectos en España. Por un momento me sentí reconfortada. Pero hace falta mucha más voluntad política para poner la danza en su verdadero valor.

¿Considera que posee un estilo propio?
Sí. Es fundamental en todo trabajador del arte la personalidad, sin ella, no existes.

Su forma de expresarse a través del flamenco es absolutamente original y muy personal, ¿ha pensado alguna vez en fundar una escuela que lleve su nombre y sirva de continuidad a su estilo?
 Si, alguna vez, pero no he profundizado mucho en la idea. Hay mucho que hacer cada día en la compañía.

Cambiando radicalmente de tema, ¿a qué le gusta dedicar su tiempo libre?
A estar con mi marido tranquilamente, a cuidar mis plantas.

Por último, nos encantaría compartir con usted alguna anécdota que le haya ocurrido a lo largo de su trayectoria profesional en países tan exóticos como Mozambique, La India o Japón.
He viajado mucho y sigo con la maleta pegada a la mano. Mi primera gira internacional fue con 16 años a Japón y Rusia. Tres meses viajando sin parar, conociendo y dejándome sorprender por la vida y las personas de mundos tan diferentes a lo que yo, hasta entonces, había vivido. Por un momento el mundo me pareció pequeño. Lo podía alcanzar. Imagínese con esos años, cada día era una nueva aventura, un descubrimiento, ¡maravilloso!