Imagen de la polifacética bailarina |
La bailarina principal del Semperoper Ballet de Dresde (Alemania) es además, la creadora de alguno de los modelos que luce Natalie Portman en Cisne Negro. En esta entrevista nos habla de sus exclusivas creaciones que visten a las mejores bailarinas del mundo y del taller que tiene en Cazalla de la Sierra (Sevilla).
Lola Ramírez
Traducción: Carolina MasjuánLola Ramírez
Me pregunto que es lo que hace que una primera bailarina, a la que supongo bastante atareada, se le ocurra exprimir más su tiempo para crear diseños de danza…
Cuando hago cosas que me gustan me olvido del tiempo. Bailar es para mí una maravillosa experiencia. A veces, cuando tomo clase, de repente, al ver a otro bailarín, me inspira un nuevo diseño. La gente a mi alrededor siempre me inspira. Ambas actividades, bailar y diseñar, se alimentan la una a otra.
Natalie Portman acaba de recibir un Óscar por su interpretación en Cisne Negro. Tú has diseñado los maillots y vestidos de danza que luce ella en la película. A ti, ¿qué te tienta más, el Benois de la danza o un Óscar como diseñadora?
Bueno, no todos... Natalie lució dos diseños míos y Mira uno. El resto de bailarines de la película llevaron casi siempre mi ropa de ballet. Recibir premios es siempre un gran honor, pero a mi lo que me hizo muy feliz fue que los bailarines de New York recomendaran mi ropa de ballet para ser usada en la película Cisne Negro.
En 2003 tu marido y tú abristeis en Cazalla de la Sierra (Sevilla) un taller de confección de ropa para danza. ¿Cómo se os ocurrió veniros tan lejos de vuestros respectivos países?
La madre de mi marido, Mark Mahler, nació en ese pueblo. Íbamos muy a menudo a pasar las vacaciones de verano para estar con sus padres, nos enamoramos del lugar y pensamos que sería fantástico abrir nuestra producción allí.
Creo que uno de tus secretos es que haces diseños personalizados. ¿En que te fijas a la hora de diseñar un modelo de danza?
En lo primero que pienso es en cómo les gustaría lucirlo a los bailarines. Cuando creo un nuevo patrón pongo mucha atención en el corte lo cual marca una gran diferencia y luego ya juego con los diseños. He creado alrededor de 80 modelos, me parece….. pero algunos de ellos no los consideré lo suficientemente buenos para conseguir un buen ajuste para bailar así que nunca llegaron a producirse. Testeo mis diseños en mí misma, los llevo para probarlos y hasta que no son lo suficientemente buenos no los lanzo al mercado.
¿Cómo te las arreglas para ser una primera bailarina y además diseñar modelos para las mejores bailarinas del mundo? ¿No son dos profesiones demasiado exigentes para compaginarlas?
Cuanto más bailas, más claro empiezas a saber lo que tu cuerpo necesita y en qué necesitas trabajar. Así que cuando estoy con el ballet me concentro en muy pocas cosas y al mismo tiempo, bailar es refrescante para la mente. Cuando estoy concentrada pensando en diseños a veces bailar y sudar me aclara las ideas. Es fantástico poder realizar ambas cosas, bailar y diseñar!
Mark Mahler, tu marido, también es bailarín y, además ¿tiene alguna participación en el taller de confección Yumiko?
Fue bailarín pero lo dejó a una edad bastante temprana. Siempre ha estado interesado en hacer muchas cosas. Ahora es el director de YUMIKO. Fue increíble descubrir que es tan bueno gestionando y promocionando el negocio con una visión tan clara. El hecho de haber sido bailarín, le hace entender lo que este mercado necesita.
Creo que empezaste a bailar siguiendo el ejemplo de una hermana tuya. ¿Qué recuerdas de tus comienzos en el mundo de la danza?
La verdad es que no recuerdo como empezó todo esto. Creo que he sido bailarina desde que tenía un año, aunque oficialmente empecé a los cuatro años. Mi madre me explica que siempre me llevaba a la clase de ballet de mi hermana y yo siempre estaba bailando a su lado.
¿Es un mundo tan duro y tan competitivo como comentan algunos bailarines?
Puede ser.... depende de lo que esperes de la danza y de cuales sean tus objetivos. Yo siempre me he concentrado más en un trabajo artístico interior. Claro que quería ser bailarina principal para poder expresarme de la forma que me gusta, pero llegar ahí me llevó mucho tiempo, aunque nunca dejé de trabajar conmigo misma para que la competencia con otros bailarines no fuera tan importante como mi propio trabajo personal.
¿Qué obstáculos tuviste que superar para convertirte en una primera bailarina?
Continuar creyendo en mi misma fue la clave. Y tener siempre una mente positiva para poder continuar trabajando y desarrollándome.
La anorexia y la bulimia son algunas de las patologías que acechan a los jóvenes que quieren ser bailarines. ¿Qué opinas del excesivo celo de algunos maestros a la hora de exigir cuerpos muy delgados?
Creo que es terrible….. Recuerdo algunos amigos de la escuela que tenían problemas de esta índole. La carga de presión que tienen que soportar los niños para ser bailarines profesionales es de locos. Creo que los chicos en edad de crecimiento tienen que alimentarse bien y conservar la salud mental para poder tener una larga carrera. Pero también uno mismo debe saber hasta donde puede soportar y ser capaz de decir, éste es mi límite. Saber los propios límites y conocer bien tu cuerpo es lo más importante.
¿Tuviste que sacrificar algo para ser bailarina?
Siempre adoré tanto bailar que nunca tuve la sensación de que sacrificara algo.
¿Qué momentos destacarías en tu carrera profesional?
Cuando mi primera profesora, a sus 83 años, vino de Japón para ver mi función de La Bella Durmiente. Nunca había salido del país e hizo ese trayecto para verme bailar. Me hizo tan feliz poderle mostrar lo que ella me había enseñado! Y luego viví cada momento encima del escenario de una forma muy especial.
Volvamos a tu taller. Creo que ahora tienes tres, ¿no? Corrígeme si me equivoco: Cazalla, Nueva York y Tokio. ¿Cuánta gente trabaja contigo?
Unas 30 personas... por todo el mundo.
¿Qué tiene que hacer una bailarina si quiere tener un modelo Yumiko?
A través de la página web http://global.yumiko-online.com/es/ puede elegir el modelo, el color e incluso personalizar la prenda.
“Cuando bailo no soy un cuerpo, sólo soy sentimiento a través de la música” ¿Sientes algo tan especial cuando estás en el proceso de creación de un modelo de danza?
Siempre imagino a alguien luciendo la malla que estoy creando en ese momento. No es el mismo sentimiento que experimento cuando estoy en el proceso de estrenar un nuevo rol de un ballet... pero llegar a dominar el tema depende de mi mano, soy muy cuidadosa pero al mismo tiempo me siento muy emocionada al imaginar a alguien con una enorme sonrisa al recibir su nueva prenda.