Annarella Roura Sánchez. Foto: Tomé Gonçalves |
Toba Singer es una reconocida escritora sobre
danza y autora de First Position: A Century of Ballet Artists
(Praeger Publishers 2007) y Fernando Alonso, padre del Ballet Cubano
(University Press of Florida 2013). Familiarizada con el estilo y el
sistema de enseñanza del ballet cubano, así como con los exigentes
estándares del circuito de concursos de danza, cuando notó que una
pequeña escuela en Portugal cuya directora había sido formada en
Cuba, ganaba el primer premio en las principales competiciones
internacionales, desató su interés en visitar la escuela para
averiguar el por qué. Tenemos el placer de publicar la entrevista
que realizó con Annarella Roura Sánchez, Directora del
Conservatorio Internacional de Ballet e Dança Annarella Sánchez.
Dos estudiantes con Venus Villa. Foto: Tomé Gonçalves |
Toba Singer: Por favor, Annarella, describe tu
formación y carrera en el ballet clásico.
Annarella Roura Sánchez: Estudié en Camagüey
en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre. Hice una prueba
para la escuela a la edad de nueve años. Fue un programa riguroso,
de los 500 estudiantes de todo Camagüey, 30 fueron seleccionados.
Así que asistí a la Escuela de Artes Vocacionales Luis Casas
Romero. Primero estudié ballet y en mi quinto año, todas las
escuelas orientales y occidentales se unieron en una. Mis profesores
fueron Fernando Alonso y Ramona de Saá y me gradué con el más alto
grado, 100 puntos. Mi formación tuvo lugar en la época en que
Fernando Alonso y Aida Villoch habían venido al Ballet de Camagüey.
Fernando quería cultivar en todos los estudiantes un gran amor por
la danza.
El primer ballet que vi fue "Don Quijote"
bailado por Baryshnikov en un video. La casa de Fernando estaba
abierta a todos los estudiantes interesados en cultivar el amor
por las artes y el amor por la danza, trabajábamos no sólo para
dominar la técnica sino también para convertirnos en artistas de
ballet inteligentes. Aprendimos cómo analizar el trabajo para que
avanzara contando la historia del ballet, siempre haciendo la
pregunta "¿Por qué?" para cada movimiento y así
convertirnos en bailarines más inteligentes. Aunque, por supuesto,
se daba una gran importancia a la técnica, ese proceso de
interrogación era aún más importante.
Annarella sánchez dando classe. Foto: Tomé Gonçalves |
Me uní a la compañía en
Camagüey en 1991. En 1995 fui a Venezuela para integrar la compañía
de ballet juvenil allí en el Teatro Alberto de Paz y Mateo en
Caracas y la tercera esposa de Fernando Alonso, Yolanda Correa, me
ayudó mucho a hacer esas conexiones. Trabajé en Venezuela como
maestra. Después de bailar con la compañía juvenil todos los días,
daba clases. Un año más tarde regresé a Cuba, donde empecé a
tomar el curso de enseñanza en el Instituto Superior de Arte en
Ballet Clásico. Asistí como bailarina-estudiante. Defendí mi tesis
y recibí mi certificación como profesor de ballet clásico.
Cuando terminé mi tesis, volví a Caracas.
Tuve que hacerme una operación para una periostitis tibial. A pesar
de la cirugía, no pude volver a bailar y me vi obligada a abandonar
mi carrera como bailarina a muy temprana edad. Tomé la decisión de
dedicarme a la enseñanza. Venezuela tiene una gran comunidad
portuguesa y es muy aficionada al ballet. Hablé con muchos
bailarines y maestros experimentados: Caridad Martínez, Aurora
Bosch, Lillian Chan, Rolando Sarabia, Ramona de Saá y Mirta Hermida.
Yo había asistido a todas sus clases, había querido conocer su
metodología. Conocí a mi marido, que es portugués, en un vuelo de
avión y nos casamos. Así que llegué a Portugal con licencia del
Instituto para enseñar ballet clásico y las artes escénicas.
Aprendí portugués y tomé la decisión de
cumplir mi sueño de tener mi propia escuela de estilo cubano, como
las que yo había conocido y donde me había formado, en Portugal.
Nunca corté mis lazos con Cuba, esos lazos eran muy fuertes y debo
mucho a nuestra ex embajadora en Portugal, Johanna Tablada, por
ayudarme a establecerme aquí. En 1998 inicie el proceso de
acreditación, en Portugal no sabían nada del ballet en Cuba.
Un chico ayudando a una niña con su peinado. Foto: Tomé Gonçalvez |
Construí la escuela muy lentamente, paso a
paso, porque había un esfuerzo consciente por parte de algunos de
los padres para tratar de desacreditar a la escuela, a la que
definían como una "agencia de la tiranía cubana". Usaron
el hecho de que insistimos en uniformes, alineados los niños hasta
entrar en el aula, instituyendo el silencio durante la clase y otras
prácticas normales en la enseñanza disciplinada muy rigurosa del
ballet, para divulgar el argumento de que aplicábamos la "tiranía
cubana" a los niños de Leiria. Varios portugueses también
tenían una idea equivocada sobre la danza cubana, pensando que no
era más que salsa. Así, como una manera de acercar culturalmente la
escuela a la comunidad y la comunidad a la escuela, comencé con un
espectáculo de niños, siguiendo la línea del espectáculo que
organizábamos en Cuba como lo hizo la compositora infantil Teresita
Fernández, incorporando música de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés
y creando una especie de fusión de ballet con teatro infantil y
danzas y canciones folclóricas tradicionales.
Luego empecé clases de ballet para niños,
usando música adecuada para ellos. Incorporé fados y otros
elementos de la cultura portuguesa y ritmos combinados de Cuba como
el Guananco (bailes de rumba de inspiración indígena) con los de
Portugal. Y les gustó mucho, ¡a los chicos especialmente les
encantó!
En 2003, llevé a un grupo de estudiantes,
algunos de los cuales no eran de Leiria para asistir al Encuentro
Internacional de Academias de Ballet anual en Cuba y fuimos allí
cada año desde 2005 a 2010, año en que fue la última vez que vi a
Fernando Alonso.
Annarella con Caridad Martínez. Foto: Tomé Gonçalves |
Después de eso, pensé que un ambiente competitivo ayudaría a inspirar a los padres y a mejorar la técnica de los estudiantes. En 2005 había empezado a traer maestros y bailarines cubanos aquí. En 2012, nuestros seis mejores estudiantes compitieron en el Youth American Grand Prix, después de un proceso de selección en París. Una de las chicas fue segunda. En 2013, en París, ganamos el premio a la mejor escuela europea, así como la primera y segunda plazas. Este año, ganamos el Premio Youth American Grand Prix Outstanding School 2017 y Laura Viola y Antonio Casalinho fueron elegidos para bailar en el Lincoln Center en Nueva York. Los resultados han sido altamente considerados no sólo aquí, sino en los Estados Unidos, México y China.
TS: ¿Qué incluye el plan de estudios?
ARS: Tuvimos en consideración los requisitos
de un programa aprobado por el Estado, el primer programa autorizado
por el Presidente de la República de Portugal. Comenzamos a los
cinco años de edad y cuando llegan al quinto grado, los estudiantes
toman seis horas de clase de técnica por semana. Tratamos de seguir
los parámetros de la escuela cubana, ofreciendo Física,
Informática, etc., y hemos trabajado con la autorización del
gobierno para crear un cuerpo estudiantil internacional. Invité a
Martha Ulloa a venir a analizar tanto el currículo académico como
el de artes para integrar ambos en el programa.
Estudiantes en clase con Margarita al centro. Foto: Tomé Gonçalves |
TS: ¿Ves la escuela como un trampolín para la
formación de una compañía profesional?
ARS: Espero montar una compañía junior en
diciembre. Recibiremos ayuda del Sarasota Ballet. Estamos programando
"Les Sylphides". También esperamos hacer "Coppèlia"
con el apoyo del Ministro de Cultura, porque no existe nada como
nuestra escuela en ningún lugar de Portugal.
TS: Europa ha tenido una profunda influencia en la
formación del estilo del ballet cubano. Fernando Alonso, Loipa
Araujó, Laura Alonso y Aurora Bosch me han hablado de cómo Fernando
seleccionó los maestros más relevantes de las escuelas inglesas,
italianas, francesas, rusas y danesas, así como lo que Fernando y
Alicia aprendieron en Estados Unidos, y, aunque no tratándose de un
cóctel, cada uno de esos rasgos, que podrían ayudar a elaborar el
estilo cubano, se convirtió en parte de la pedagogía desarrollada
por Fernando y Ramona de Saá y otros en el equipo. ¿La presencia de
profesores cubanos en Europa tuvo un impacto recíproco en la
enseñanza aquí y en España, por ejemplo?
ARS: Creo que sí. Tenemos una relación de colaboración con una escuela RAD (British Royal Academy of Dance). Ellos envían a sus estudiantes a recibir formación cubana con nosotros. Estamos lanzando un programa de formación de profesores en Europa que confían en la fortaleza de la escuela cubana. Existe la falsa noción de que la escuela cubana sólo es buena para los hombres pero no para las mujeres, pero Cuba ha entrenado bailarinas que bailan en escenarios de todo el mundo. ¡Cuba ha tenido un gran impacto de manera recíproca con otras escuelas de Europa! Taína Morales está en English National Ballet. Aurora Bosch se convertirá en una de las madrinas de nuestra nueva compañía junior en un esfuerzo por mantener la uniformidad y la disciplina de la compañía. Por mi parte, me esforzaré al máximo para respetar lo que Cuba me enseñó. Denominaremos los estudios con nombres de varias personas que han contribuido al desarrollo del ballet cubano, no sólo como un medio para honrarles, sino para educar a nuestros estudiantes y bailarines sobre los importantes papeles que han desempeñado.
TS: Tus estudiantes están demostrando estar entre los mejores de Europa Occidental. ¿Qué características específicas están desarrollando en ellas que invitan a resultados tan notables?
Alumnos de Annarella. Foto: Tomé Gonçalves |
ARS: Yo apoyo la diversidad, por lo que no voy
a imponer el ballet clásico. No les digo: "Vayan a ganar una
medalla", pero les digo que bailen con el corazón. Así que
estoy animando a los estudiantes a abrazar la diversidad: Baila
ballet clásico y disfrútalo, pero no impongas el ballet clásico en
todo. Yo uso mucha música latina, bailan danzas de carácter y
contemporáneo con ella. Les digo: cuando estés en el escenario,
baila lo que sientes y no te preocupes, porque tenemos contactos con
bailarines que interpretaron todas estas obras; aporta energía
positiva; improvisa; desarrolla el deseo de resolver cualquier
problema que surja; siempre busca lo que sea necesario. ¡Eso somos
nosotros! No sólo estamos aprendiendo a ser bailarines, estamos
descubriendo lo mejor de nosotros, lo que hay de inventivo en
nosotros como pueblo.
TS: Fernando Alonso creía que no se puede
construir una academia de estilo cubano desde el vacío. Debe haber
apoyo demostrado por la sociedad circundante y un cuidadoso cultivo
de artistas de danza. En una sociedad revolucionaria, el compromiso
no es sólo financiero, sino que la cultura misma pone la más alta
prioridad en una forma de baile que se considera la más prescindible
en los países capitalistas. ¿Qué presiones impone sobre su
metodología?
ARS: La gente tiene miedo del ballet. No
invierten dinero en ella. La carrera del bailarín implica un futuro
incierto. Tenemos que combatir estas pre-concepciones y prejuicios.
Tenemos que abrir una buena puerta a esta carrera. Los padres tienen
que estar convencidos de darlo todo. Sus hijos están recibiendo
disciplina no sólo en la escuela, sino en la vida. Se están
convirtiendo no sólo en buenos bailarines, sino que están
desarrollando buenos valores. Valorar algo que se está aprendiendo,
valorar algo distinto del dinero y las posesiones, el trabajo duro.
Estos valores son buenos para sus hijos. No entre en la clase con su
teléfono. Todavía hay familias que no matricularán a sus hijos
aquí debido a la disciplina, pero muchos lo han hecho. Mi compromiso
es grande; alimentamos y cultivamos a los mejores maestros, que lo
dan todo sin pedir nada. No cuentan las horas. Ese es el secreto:
trabajar por el resultado.
TS: ¿Basándose en la red de
maestros cubanos y artistas de ballet en España y Portugal, se puede
imaginar una región de toda Iberia desarrollando el estilo cubano,
la práctica formativa y la ética de trabajo?
ARS: Ya somos una plataforma para el ballet
cubano en Europa, incluyendo España, Portugal, Italia, Rumania y
también para América Central y del Sur, incluyendo Argentina,
Brasil y México. Nuestros estudiantes vienen de todos esos países.
Estamos basados en la red dentro y fuera de Cuba, compuesta por
maestros cubanos y artistas de ballet clásico. ¡Nuestra región
comienza con Cuba pero abraza a todos en el mundo que quieren y aman
bailar!
Traducción del inglés: Carolina Masjuan