El director artístico del Ballet Nacional del Sodre nació en Bilbao en el seno de una familia de clase media, "no éramos ricos, pero mis padres tenían una gran inquietud hacia la cultura". A Igor Yebra le atraía el mundo del fútbol, pero el interés que se respiraba en su casa por la danza le llevó a "probar" en las clases de ballet que daba su propia madre.
Lola Ramírez
Cuando Igor entró por primera vez en la clase de ballet que daba su madre, tenía 12 años. A partir de ahí se movió por diferentes escuelas de su tierra hasta que, con 14 años, decidió dar su particular grand jeté para aterrizar en la Escuela de Danza de Víctor Ullate. Ahí empezó una vertiginosa y exitosa carrera. La suerte se puso de su lado porque un año después de su ingreso en la escuela, Ullate creó el Ballet que en principio llevaría su nombre y con el tiempo se convertiría en el Ballet de la Comunidad de Madrid.
El maestro maño no tuvo ninguna duda con respecto a Igor. Aquel muchacho delgado y de 1,87 metros de estatura llevaba el talento en los genes, impreso en cada uno de sus movimientos. "Empecé haciendo ya roles principales, nunca pasé por el cuerpo de baile" dice el hoy director del Ballet Nacional del Sodre, como si eso fuera lo más normal del mundo. Para él no hay fórmulas mágicas en este sorprendente hecho de empezar a relacionarse con la danza a una edad tardía y en poco más de tres años dar el salto a la fama tras ganar en París el Premio Especial del Jurado de Danza Contemporánea. "Fue una época de mucho aprendizaje —continúa Igor—. Mis conocimientos del ballet eran escasos, muy justos. Yo lo que hacía era encerrarme en la escuela de 9 de la mañana a 9 de la noche". El bailarín vasco resume aquellos gloriosos momentos en tres palabras: "Trabajo, trabajo y trabajo".
"Arraigo", la pieza de ballet neoclásico creada por Victor Ullate e interpretada en el Festival de Eurovisión de Jóvenes Bailarines en 1989, se convirtió en una pieza mítica que supuso el lanzamiento de muchos de los bailarines españoles que triunfarían fuera de nuestras fronteras.
Igor quiere dejarme claro que él no pertenece a una familia de clase alta, "nosotros no éramos ricos, éramos una familia de lo más normal , pasando sus dificultades a veces, pero con una cierta inquietud cultural. Y eso fue lo que me inculcaron". La madre del bailarín daba clase de danza en el colegio en el que su hijo estudiaba. "Tanto a ella como a mi padre les hubiera gustado ser bailarines, pero en aquella época era muy complicado".
Cabe imaginarse a un chaval de 15 años, solo en Madrid, todo el día dándole al plié y al demiplié, ajeno a todo aquello que da emoción y vértigo a la vida de un adolescente. "Cuando uno ha descubierto su vocación, lo que ama y lo que quiere hacer, todo lo demás pasa a ser secundario. Indudablemente tuve suerte y conté con el apoyo de una muy buena formación familiar y eso hizo que sobreviviera. Ten en cuenta que yo era un niño de 15 años totalmente suelto en el Madrid de "la movida". Podía haber terminado de cualquier manera, pero ni de lejos se me ocurrió desviarme".
Con su primera maestra de danza: su madre |
Esto del Covid-19 también exige trabajo, disciplina y mucha solidaridad. "Bueno, aquí estamos en una situación extraña y atípica para todo el mundo y, encima, lejos de casa. Pero los que estamos sanos y tenemos a nuestra gente cercana bien de salud somos unos afortunados".
"Estamos en una situación extraña y atípica" |
- ¿Habéis escarmentado en cabeza ajena o es que habéis reaccionado más rápido que en otros países?
- Han sido inteligentes al reaccionar de otra manera, pero en otros lugares no podías esperar una actuación más contundente porque no sabían lo que les venía encima. Argentina ha sido más contundente que Uruguay porque ha confinado a la gente en sus casas, como en España.
- ¿Tú puedes salir a la calle a hacer ejercicio, puedes salir en bici, ir a correr?
- Todo el mundo puede salir. Te aconsejan que no lo hagas y a la gente mayor le aconsejan que se quede en su casa, pero todo es a través del consejo. Es un poco lo que se hizo en Alemania, luego también tienes que ver cómo es la gente. Aquí la gente si tú le dices haz una cosa lo suelen cumplir y entonces, en este aspecto, está bien. Tampoco puedes parar del todo el país. Esto es Latinoamerica; la economía es muy frágil, hay gente que vive al día y tiene que salir a trabajar para comer ese día.
- Pero Uruguay es de los países más ricos de Latinoamerica, ¿no? Teneis un PIB alto.
- Uruguay es de los países con mayor estabilidad, tiene la política económica más estable que hay en Latinoamérica, pero no deja de ser Latinamérica, no lo podemos comparar con Europa; hay unos niveles de necesidad muy primordiales, aquí la gente piensa en cómo llenar la bolsa de la compra, no en qué bolso o en qué playera se va a comprar.
- ¿Y la situación laboral de los bailarines cuál es?
- Nosotros somos una compañía nacional y los bailarines están cobrando su salario. Ellos están a disposición de la compañía, haciendo clases y trabajo vía Zoom y preparándose para lo que surja. Por eso te digo que teniendo en cuenta la que está cayendo, somos unos afortunados. Cualquiera que esté bajo el paraguas del Estado es afortunado.
- ¿Tienes miedo?
- Tengo respeto por la situación, miedo no. No creo que haya que tener miedo, creo que hay que tener mucho respeto, ser consciente y coherente. Tengo un poco más de miedo por la gente cercana que por mí mismo.
- Estarás en contacto con tu familia en Bilbao. ¿Cómo están ellos?
- Bueno, pues están como estáis todos vosotros, yo creo que eso es mirarse al espejo y cada uno responder la pregunta. A nivel individual hay quien lo sabe llevar mejor y quien lo lleva peor, pero yo creo que todo el mundo está de la misma manera, la gente tiene ansiedad, está aburrida, quiere salir ya a la calle, pero al mismo tiempo la situación produce mucho respeto. Yo creo que también allí, en Euskadi en general, se ha normalizado bastante la cosa, a pesar de que al principio afectó muy fuerte, pero se están recuperando y están cada vez más cerca de una normalidad, por eso el lendakari decía que quería poner todo en marcha, pero eso ya depende un poco de quien gobierne y de cómo gobierne.
- ¿Eres escéptico o crees que realmente esto nos va a cambiar?
- Ni soy escéptico ni dejo de serlo. Digamos que las cosas hay que mirarlas y valorarlas de una determinada manera; la tecnología, el capitalismo te conducen hacia una cierta manera de ser. Lógicamente yo creo que aprenderemos y habrá conductas que se rectificarán durarán un tiempo y luego se volverá a las andadas. El mundo va evolucionando y evoluciona tanto que es autodestructivo; veremos hasta dónde y cuándo será el momento que se vuelva a empezar casi desde cero.
- ¿Cómo ves el futuro? Las consecuencias del Covid van a afectar sobre todo al mundo de la cultura, será difícil que abra un teatro, un espectáculo de teatro eso ahora es casi un sueño.
Bueno, el futuro está…
- Jodido
- No; jodido está el que se está muriendo. Así de claro. Mientras hay luz hay esperanza. El futuro está incierto porque estamos en un momento importante en muchas cosas, la tecnología, los medios, internet, todo esto va adquiriendo un peso. No te puedo decir más porque no sé más y porque lo demás son especulaciones. En estos momentos lo que queda es remangarse y ponerse a trabajar.
- Vale. Tú eres director de una compañía. ¿En estos momentos tienes algún plan concreto?
- Yo siempre tengo un plan. Es más, en estos momentos estamos aplicando el plan C y probablemente dentro de poco aplicaré el plan E y están también el plan F y el plan G. Estamos en un momento de contínuo cambio, por lo tanto hay que ponerse a trabajar, concentrarse, no dejarse llevar por el pesimismo y tirar para adelante, claro, pero hay que tener planes porque esto es muy cambiante.
Bailando Zorba el Griego, de Lorca Massine |
- ¿Y cual es el plan C?
- Reprogramar la temporada para que exista la menor pérdida económica y no pensar que porque esté bajo la protección del Estado, el Estado me va a cubrir. No, el Estado tiene otras necesidades más grandes y yo tengo la responsabilidad de tratar de que se pierda lo menos posible; por eso tengo que reestructurar y empezar a hacer recortes antes de que me los pidan. Ver lo que es necesario y lo que no lo es tanto.
- ¿Tienes posibilidad de, a corto plazo, hacer un espectáculo en un teatro?
- Nuestra compañía tiene un teatro residente y yo tengo mis producciones siempre a mano; tengo una temporada con unos títulos y también tengo otras cosas en el armario de las que puedo echar mano. Ahora es cuando nos estamos rompiendo la cabeza para ver qué vamos a hacer el día después para atraer al público. También hay planes para eso, pero hay que trabajarlos. Estamos viendo el material, haciendo cosas para que la gente vea que seguimos activos. Y cuando la cosa se normalice y nos digan que se pueden hacer los espectáculos pues crearemos actos a través de comunicación para que la gente venga.
- ¿Te imaginas un público con mascarillas y asientos vacíos entre una y otra persona?
- Yo he actuado en Japón y hace quince años yo hacía Romeo y Julieta y veía entre el público a mucha gente con mascarillas. No me sorprende lo más mínimo. Que haya una distancia entre un asiento y otro, pues si la tiene que haber para que yo haga un espectáculo, así será. ¿Qué quieres que te diga? Lo importante no es la distancia ni mascarilla sí o mascarilla no, lo importante es que podamos hacer espectáculos y la gente esté a salvo y se sienta bien. Lo demás es superfluo. ¿Te imaginas hace x años con un pantalón de jogging? Te dirían, usted está loco. Bueno, pues ahora en vez de pantalón jogging iremos con mascarillas, se fabricarán mascarillas bonitas y de diseño. En Japón las mascarillas están a la orden del día. Por eso ha sido más fácil la reactivación en Corea, la gente está más acostumbrada. Con un simple estornudo la gente se pone una mascarilla y me parece bien, es lo que hay que hacer: adaptarse a los tiempos.
- ¿Cuál es el ánimo de la compañía?
- No te lo puedo decir porque yo a los bailarines los veo solo a través de una imagen en Internet,. Depende de cada persona, cada uno lo tendrá en consonancia con su personalidad.
- ¿Y tu ánimo, cuál es? Pareces una persona fuerte.
- Una persona que lleva viviendo sola desde los 14 años, pues... eso te forma de una determinada manera. Mira, cuando se habla de confinamiento da que pensar. No sé si habrás visto la película “12 años y una noche”, Te la recomiendo. Estamos en un país en donde un presidente como Mugica y otras personas estuvieron recluídas durante 12 años, de prisión en prisión, sin hablar con nadie. Eso es una reclusión. Hay que llamar a las cosas por su nombre; lo que nosotros estamos viviendo es otra cosa, un confinamiento mínimo pensado en nuestra salud. Cuando salimos a la calle estamos corriendo un riesgo y haciéndoselo correr a los demás. No seamos tan llorones. Y asumamos culpas porque las culpas las tenemos todos.
- Estoy convencida. Yo creo que la naturaleza está muy contenta de que estemos todos en casa.
- ¡Hombre! Fíjate, Madrid está ahora en un 40 por ciento menos de contaminación de lo habitual. Sería bueno que reflexionáramos para evitar que esto vuelva a ocurrir. Todos somos responsables, también lo es el político que está gobernando.
- Normalmente se les echa a ellos toda la culpa.
- Claro y todos somos muy perfectos y todos somos el mejor entrenador de fútbol y conocemos la alineación perfecta que va a ganar el partido.
Biografía de Igor Yebra
Biografía de Igor Yebra