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martes, 14 de febrero de 2012

Sonia Vinograd ganadora en el Prix de Lausanne

Sonia Vinograd en su variación clásica en Lausanne.
Foto: Gregory Batardon

En una amena charla en una sala de ensayo del Institut del Teatre, la bailarina catalana y su maestro, el cubano Rodolfo Castellanos, revivieron para nosotras la emoción de la participación de la joven en el más prestigioso concurso de danza del mundo.
 
Carolina Masjuan
Rodolfo y Sonia acaban de llegar de Lausanne, aún se refleja en sus rostros la emoción y la alegría compartida. Irradian felicidad y armonía y comparten para “ballet y más” y el blog en francés “Terpsícore à Barcelona” la experiencia que supuso el largo periplo hasta conseguir el premio.


Sonia Vinograd. Foto Bettina StöB
Sonia empezó sus clases de danza a los seis años en la escuela Oriol Martorell. Hija y sobrina de bailarinas nos comenta que habría podido muy bien dedicarse a la música, pero a final prefirió el baile e inicialmente se interesó por el español. “Pero no me veía bailando ese estilo, me parecía que no acababa de ser lo mío, así que ya en el Institut me cambié a clásico y ahí descubrí mi pasión. Fue duro, pero valió la pena” nos comenta.

Aunque hasta ahora el Institut no ha tenido nunca en el plan docente preparar a alumnos para concursos -tampoco hay demasiada tradición en ellos en España-, puede que el caso de Sonia siente precedente. Así lo espera Rodolfo, su maestro desde hace cuatro años. Anteriormente fue precisamente la esposa de Rodolfo, Lourdes de Rojas, la que formaba a la alumna aventajada de la institución pública catalana por excelencia, que este año ha participado, y ganado, en Reus, Ribarroja y ahora en Lausanne.

Ha sido a base de un gran esfuerzo personal por parte de su maestro y, sobre todo, por parte de la niña “con una dedicación impresionante que ha llegado a cansarme a mi” (risas) afirma un satisfecho Rodolfo. Con la beca de Reus, mientras él estaba de vacaciones, ella se fue al ABT para tomar clases y, sin descanso, al volver a re-encontrarse, se embarcaron en la tarea de Lausanne. Prepararon el video de quince minutos que debía incluir una clase de clásico y una pieza de contemporáneo que tuvo que aprenderse sin ningún coach que la guiara, y consiguió ser seleccionada.

Ensayo
Con el primer paso conseguido, la meta era acabar de prepararse, ensayar, ensayar, pulir… faltan horas y todo el tiempo se dedica a la danza. Rodolfo comenta “aunque nos hemos sentido respaldados por la organización de la escuela, la verdad es que sin la ayuda de mucha gente anónima, habría sido mucho más difícil conseguirlo, los chicos que reparten las salas se organizaban de forma que nosotros pudiésemos contar con un espacio para nuestros ensayos, los guardas de seguridad estaban dispuestos a permitirnos la entrada en horarios intempestivos, días no lectivos, o los sábados, para que pudiésemos continuar trabajando, detalles de personas que nos apoyaban y a las que siempre agradeceremos su comprensión y ayuda” “Al ser una institución pública es muy complicado encontrar tiempo y flexibilidad en la estructura, pero el nivel en la formación ha crecido mucho en los últimos años y esto es importante reconocerlo” concluye Rodolfo.

Pero a quien hay que agradecer es sobretodo a la familia de Sonia… “sin el apoyo de las familias, es imposible”. “Me considero muy afortunada y debo decir que el esfuerzo de la mía ha sido realmente importante, mis padres han costeado los billetes, muchas clases, hoteles, el vestuario para el Prix, y mis abuelos, desde Argentina, han destinado parte de su jubilación en ayudarme”. “Pienso que hay muchos jóvenes con talento que ven sus carreras truncadas porque en su casa no se ve el hecho de ser bailarín como una profesión… falta mucho en este país”.

Comentamos la poca repercusión en prensa, similar al caso de Aleix Martínez, otro catalán, que en 2008 ganó el primer premio del Concurso. “No, no se valora el ballet y es una lástima porque aquí hay mucho talento, aunque parece que ahora estamos en un momento dulce, a pesar de la crisis, Corella ha instalado su compañía en Barcelona, su Lago está llenando el Liceu con todas las funciones vendidas con mucha antelación, mucha participación de jóvenes bailarines españoles en el cuerpo de baile, Sonia gana beca en Lausanne” comenta Rodolfo y prosigue “estoy 100% de acuerdo con las declaraciones de Ángel Corella en prensa “la crisis pondrá a cada uno en su lugar” creo, como él, que sólo la excelencia puede perdurar. Se trata de ofrecer calidad y de llenar los teatros”. “Si el producto es bueno, se mantiene porque la calidad vende” continúa el maestro.


Sonia con su profesor y coach para Lausanne, Rodolfo Castellanos



Anima al instituto, y a todo el mundo de la danza del país, a apoyar al ahora “Ballet de Barcelona” recién denominado así por Ángel Corella, a unir fuerzas. A la Diputación que dirige la casa en la que él trabaja a que les ayude, “cruzo los dedos para que esto llegue a buen puerto”. Keith Seiji Morino, Director de la Escuela de Enseñanza Secundaria y Artística / Conservatorio Profesional de Danza, que tuvo la amabilidad de atendernos y acompañarnos, también se manifestó en este sentido.

Rodolfo siempre creyó en Sonia, por todo, sus condiciones, pero sobre todo por su actitud. Ese afán por superarse, esa dedicación absoluta, un tándem maestro alumna, que funciona maravillosamente. La variación que Sonia eligió de entre todas las posibles, fue la del paso a tres del Lago de los Cisnes, en su versión cubana “es más potente y además la adaptamos de forma que pudiese mostrar más pasos del repertorio, fui la única que la presentó en la final” continúa la joven bailarina. Rodolfo afirma “yo sabía que ganaría, es una campeona” afirma mirándola con orgullo.


Ensayando Lago
Sonia explica “cuando me iba a Lausanne en el taxi hacia el aeropuerto, me caían unos lagrimones de emoción que no podía contener. Desde que Aleix ganó el premio, que he ido siguiendo el concurso año tras año, esperando algún día estar lo suficientemente preparada para presentarme y ahora por fin, el sueño se cumplía” y sigue contando como vivió ese sueño “el primer día fue algo estresante, pero en seguida te adaptas. Está todo muy bien organizado, se crea un ambiente muy bueno con los compañeros, los maestros te corrigen de forma muy cariñosa y te hacen sentir muy bien. Ves que llegar hasta ahí es ya un gran privilegio”.

Ya en cuanto la vieron, empezaron a contactarla de grandes compañías ofreciéndole contratos. “cuéntaselo Sonia” la anima el maestro. “Pues sí, el Houston Ballet me quería para la compañía joven, Jean Christophe Maillot me ofreció irme a los Ballets de Montecarlo, José Carlos, que es una persona estupenda y un profesional muy serio, preguntó por los maestros para comentarles que podría incorporarme a la CND y también el director del ballet de Dresden se interesó por mi…”

Le preguntamos qué ha decidido y nos informa que aún se lo está pensando “deseo ir como aprendiz a una compañía que me permita crecer como artista, no quisiera una compañía demasiado grande donde haya muchos escalafones y un gran número de bailarines…” le pedimos ejemplos y prosigue “el HET National Ballet, o quizás el ballet de la ópera de Dresden, ya que ahora ya les conozco y me resultaría más fácil…” aunque confiesa que para ella no resulta traumático tener que irse a otro país donde no conozca a nadie..

Rodolfo comenta que su caso no es frecuente “hay jóvenes que no se plantean irse y se pierden grandes artistas, por eso pienso que proyectos como el de Corella deben apoyarse, hay que unirse y lograr que se consolide y obtenga apoyo, así esos bailarines verán que existe la posibilidad de quedarse, de poder bailar en su tierra”.

Rodolfo también apunta “que haya habido cuatro compañías interesadas en ella, cuando resulta tan difícil audicionar y conseguir un contrato… eso vale muchísimo”.

En la variación de contemporáneo en Lausanne
La beca son 16000 francos en efectivo para ir, dependiendo de la edad, a una escuela o de aprendiz en una compañía. Aunque no le tocaba Sonia ha elegido lo segundo. “No tengo una compañía preferida, alguna a la que siempre haya soñado incorporarme, sí me gustaría que tuviera un repertorio variado: clásico, neoclásico y piezas modernas…”

“El Prix se lo entregan a la escuela o compañía que eliges y ellos te administran el dinero de forma que te cubra tus gastos” pero, continúa Rodolfo “para mí el mayor premio es lo que dicen los grandes profesionales que están en el concurso. Yo sabía, por la calidad del jurado, que Sonia recibiría un premio! Pensé “ellos lo sabrán ver… se darán cuenta de la calidad de su baile” Y ese jurado que este año estaba formado por antiguos ganadores del Prix, con unas carreras apabullantes, lo reconoció. “Y el coaching de la Sra. Monique Loudières dedicando un pequeño tiempo a cada uno de nosotros, no grandes correcciones, porque no era posible ya a esas alturas, pero sí pequeños detalles y a mi me dijo “tú no interpretas, tú sientes…” ya sólo eso.. que una dama como ella te diga eso… la verdad es que fue fantástico…” recuerda Sonia con emoción.

“Se ensaya con pendiente, para que puedas adaptarte al escenario donde tiene lugar la final, te observan constantemente, y cuando después de las semifinales sabes que has pasado, no te lo llegas a creer… elegida entre tanto talento llegado de todo el mundo!” y el sueño va siguiendo… otra etapa…


“Aquello es como trasladarte a otra dimensión, a un mundo de ciencia ficción, otra galaxia” dice Rodolfo y añade Sonia “un gran encuentro de personalidades de la danza que supone un empuje y transmite muchas ganas de seguir, de salir adelante….”. “Es muy fuerte, una experiencia fantástica!”