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jueves, 10 de junio de 2010

Charla con Alina Cojocaru en el Liceu


Alina Cojocaru en una delicada pose de danza
Carolina Masjuán

Había mucha expectación. La mayoría admirábamos la magia y la belleza de Alina en escena por los DVD’s del Royal Ballet o extractos encontrados en la red, ávidamente devorados. También por los comentarios entusiastas de nuestros amigos balletómanos entendidos. Así que, habiendo soñado tantas veces con verla bailar en directo, que ese sueño se convirtiera en realidad con una pieza como La Bayadère, como artista invitada en nuestra recién estrenada compañía de ballet clásico “Corella Ballet Castilla y León” y como pareja de Ángel Corella, se convirtió en algo excepcional, algo por lo que uno le estará eternamente agradecido. 

A pesar de su apretadísima agenda, Alina tuvo la amabilidad de recibirnos después del ensayo, durante la mañana del sábado 11 de Julio, día de su última función en El Liceu.
Tras darle la bienvenida y mostrarle nuestro agradecimiento por haber accedido a recibirnos y por mostrar su apoyo a la nueva compañía de ballet clásico, charlamos con ella.

¿Cómo se siente bailando aquí, participando con esta joven compañía que Ángel Corella ha logrado crear?  
- Estoy realmente entusiasmada. Ésta es la primera vez que bailo en este teatro y es especial bailar en la compañía de Ángel. Sé que los comienzos son siempre difíciles y que cada país o incluso cada ciudad, tienen sus propias dificultades. Pero bueno, yo estoy aquí por el placer de bailar, así que dejo todos los problemas para Ángel (risas) Estoy convencida de que el tiempo que pasa en escena es seguramente el más feliz, así que yo me centro en bailar con él estos días y espero que consiga olvidar todas las contrariedades. ¡Dirigir una compañía es una responsabilidad tan grande!, como director y también como bailarín. Pero estoy segura de que al mismo tiempo es algo muy estimulante, así que yo comparto ese entusiasmo.

¿Ha bailado muchas veces con Ángel anteriormente?
- Si. Algunos años atrás, unos cuatro o cinco, hicimos Don Quijote con el Royal Ballet y también bailamos La Bayadère cuando el ABT la programó. También hemos bailado en Galas.

 ¿Le gustan las Galas?
 - Sí, me gusta bailar en Galas. Si bien es cierto que cuanto más maduro es un artista, más le gusta representar los grandes ballets del repertorio y las nuevas creaciones, el hecho de participar en Galas supone una ocasión para ver a colegas y amigos de distintas partes del mundo y saber cómo les va. Son un punto de encuentro. Pero también representan una oportunidad para descubrir nuevas piezas, coreografías modernas con músicas distintas. Una Gala puede ser muy creativa bajo ese punto de vista. Una nueva oportunidad para hacer algo distinto.  

¿Cuales son sus planes más inmediatos?
- Mañana vuelo a Cuba para reunirme con mis compañeros del Royal Ballet. Haré Manon y participaré en un divertissement donde bailo “Voices of Spring” de Asthon y una nueva pieza de Johan Kobborg.

¿Le gustaría continuar participando con el Corella Ballet?
- Oh sí, por descontado, ¡me encantaría! Me gusta mucho bailar con Ángel!

¿Cómo ha sido la experiencia en esta ocasión?
- Muy estimulante. Se trata de una compañía muy joven y ha sido muy bonito. Hay una atmósfera increíble, con Ángel y Natasha (Makarova), un fantástico “coach”… O sea, que me encanta y lo estoy disfrutando mucho.

¿Ha tenido oportunidad de ver algo de la nueva pieza que Ángel está coreografiando?
- No, no he visto nada.

¿Qué planes tiene tras su visita a Cuba?
- Después de Cuba participaré en una gira que Johan está organizando por Dinamarca y Estocolmo. Luego me voy a Japón a bailar en el festival de verano y luego espero tener unos días de vacaciones (risas). 

¡Parece realmente extenuante!
- No, no lo es tanto. Me siento muy bien ahora. Es cierto que he pasado por momentos muy difíciles pero me siento completamente restablecida y aunque parezca muy apretado, en realidad no lo siento así. Estoy muy contenta en relación a como están yendo las cosas. Disfruto mucho en escena. El ritmo me parece relativamente fácil. Es cierto que tengo puntas, periodos de mucho trabajo, pero luego procuro tener algo de relax, y así sucesivamente y con este ritmo me siento cómoda y estoy realmente contenta. Procuro mantener eso, un ritmo con el que pueda sentirme a gusto y disfrutar. 

¿Ha pensado en lo que le gustaría hacer el día que decida dejar de bailar? ¡Aún cuando en el Royal Ballet hay fantásticas bailarinas que ya han rebasado de largo los cuarenta!
- Sí! ¡cómo Leanne Benjamin! Que está fantástica!…

Efectivamente o Miyako Koshida a quien vimos en España en el cine con Ondice hace poco…
- ¡Sí, sí!, estuvo muy bien ¿no’? es mi compañera de habitación! Es verdad que son bailarinas increíbles. Pero no, no tengo idea de lo que voy a hacer, solo sé que estaré bien. Sabré qué hacer, estoy segura de ello. Cuando llegue el momento sé que estaré bien.

¿Qué nos puede decir acerca de su experiencia en el Royal Ballet?
- Es francamente un sitio fantástico para estar, soy muy feliz allí. Los bailarines son realmente especiales y hay muy buen ambiente. 

Muchas gracias Alina por su amabilidad y por su deferencia hacia Balletymas. Para terminar le agradeceríamos que nos dijera si quiere añadir alguna cosa para nuestros lectores.
- Bueno, suelo expresarme mucho mejor bailando que hablando, pero sí quisiera despedirme deseando a esta compañía lo mejor, mucha suerte y una gran creatividad. Les deseo todo lo mejor para el futuro.